En un primer lugar se debe llevar una evaluación del sujeto, suya finalidad principal será la identificación del niño con dislexia. Puede parecer que es un proceso sencillo, cuando en realidad es bantante complejo, debido a la cantidad de factores que es preciso controlar. Una vez logrado esto, ya se puede pasar a planificar ejercicios y métodos para su reeducación.
El diseño y planificación de estrategias y actividades para ayudar al sujeto a superar sus dificultades con la lectoescritura, constituye el fin último que debe perseguir el profesional encargado de su rehabilitación.
Es importante que no sólo se han de tener en cuenta los trastornos que presenta el niño, sino que es necesario conocer sus posibilidades, apoyándose en las mismas y fomentándolas al máximo.
Existen varios modelos de intervención:
-Educación multisensorial.
-Educación psicomotriz.
-Entrenamiento perceptivo-motor.
-Desarrollo psicolingüístico.
-Entrenamiento de la lectoescritura.
Todas ellas deben llevarse a cabo si se quiere que el niño supere su problema.
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